Las puertas de interior de madera son un elemento funcional que aportan decoración y elegancia a tu hogar manteniendo la privacidad de todas las habitaciones y espacios interiores de tu casa.
Las puertas de madera son un complemento indispensable y presente en todos los hogares, puesto que impiden el paso de la luz, ayudan a ahorrar energía en calefacción, reducen los ruidos y evitan el paso de corrientes de aire.
La elección de las puertas de interior o de paso es importante debido a que su diseño debe estar acorde con el estilo del resto de la casa y son uno de los elementos visuales más impactantes en la decoración de un hogar.
Vamos a clasificar las puertas de interior atendiendo al material del que están fabricadas y a su sistema.
Las puertas de madera maciza suelen estar fabricadas íntegramente de abeto, pino o roble. Aunque normalmente es el roble el más elegido para las puertas de los hogares.
La madera es exactamente igual por el interior que por el exterior puesto que están formadas por una lámina gruesa de madera. Son puertas recias, muy buenas como aislante, pesadas y resistentes.
Al estar fabricadas con madera de mayor calidad, las puertas de madera maciza tienen un precio más elevado.
Las puertas chapadas son puertas con interiores de aglomerado.
Se diferencian de las puertas de madera maciza en que tan solo es de madera de calidad la capa exterior. El interior de la puerta está formado por un aglomerado de maderas más baratas en forma de viruta compactada. Después se recubren con una chapa que puede ser de madera o no.
Estas puertas son una versión más barata de las puertas de madera maciza.
Las puertas de madera huecas son las más económicas de las tres.
Este tipo de puertas de interior se caracterizan porque su interior está parcialmente hueco, por lo que también son menos aislantes. Por fuera tienen el aspecto de una puerta convencional, pero el interior está formado por una forma geométrica similar a la de los nidos de abeja. Se fabrican con un cartón dentro de un marco de madera, que después se reviste con una chapa, por lo que este tipo de puertas son muy ligeras, sobre unos 20kgs.
Su principal inconveniente es que aíslan menos la temperatura y el ruido que las puertas vistas anteriormente.
Este tipo de puertas de paso son las más habituales en la mayoría de los hogares y pueden ser de una hoja o de dos, siendo estas últimas idóneas para salones grandes.
Este tipo de puertas de interior ocupan espacio, ya que al abrirse forman un ángulo recto respecto a la pared.
Si la habitación es muy pequeña no es recomendable colocar este tipo de puertas.
Son las puertas de interior ideales si lo que estás buscando es ganar espacio en las habitaciones y además son una opción muy moderna y discreta.
Funcionan como sustitutos ideales a las puertas abatibles. Están diseñadas para ser instaladas sobre todo en sitios donde los metros cuadrados son reducidos.
Pueden ser:
Están compuestas por una serie de lamas que se pliegan unas sobre otras. Son una buena opción si quieres ahorrar espacio y tienen una instalación sencilla.
Este tipo de puertas es una buena elección si quieres realizar divisiones internas entre ambientes de una vivienda o para conexión de la vivienda con terrazas o jardines internos.
Son modelos de puertas menos utilizados en las casas, debido a la gran dimensión de sus hojas. En este sistema la puerta gira sobre un eje vertical gracias a unos pernos giratorios.
Este tipo de puertas es una buena elección si quieres realizar divisiones internas entre ambientes de una vivienda o para conexión de la vivienda con terrazas o jardines internos.
Hay muchos tipos, pero los más comunes son:
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